Los buenos datos del calzado italiano sugieren su completa recuperación para mediados de 2022
Los datos alcanzados por la industria italiana del calzado durante la primera mitad del año invitan a la esperanza a gran parte de los empresarios del sector. Según Siro Badon, presidente de la patronal del calzado de Italia Assocalzaturifici, «los datos del primer semestre nos reconfortan al destacar incrementos de dos dígitos con respecto al año anterior».
Si en 2020 se calcula que la industria italiana del calzado redujo su facturación en torno a un 25,2 por ciento con respecto a 2019 (alrededor de 10.720 millones de euros menos), en el presente ejercicio las cifras mejoran las expectativas y hacen prever una pronta recuperación para la primavera de 2022 o, a más tardar, para el otoño del próximo año. Por ejemplo, durante el primer semestre de 2021, la producción aumentó un 13 por ciento, en comparación con 2020. De igual modo, la facturación creció un 22 por ciento y el consumo doméstico se disparó, en términos de valor, un 31,5 por ciento.
No obstante, hay que tener en cuenta que estas cifras se comparan con las obtenidas en 2020, un año lastrado por la irrupción de la pandemia y los confinamientos. Por lo tanto, si comparamos estas cifras con las de 2019, un año previo a la aparición de la covid-19, vemos cómo tanto la demanda interna de zapatos italianos como su producción y facturación siguen estando muy por debajo, con caídas durante los seis primeros meses del año superiores al 15 por ciento. En este sentido, siete de cada 10 empresarios del sector zapatero en Italia reconocen que su facturación actualmente sigue siendo «significativamente menor», según una encuesta manejada por Assocalzaturifici.
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