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El comercio minorista recupera en 2021 sus niveles anteriores de la pandemia

| 11 febrero, 2022 | Comentario

La recuperación del comercio minorista español avanza, aunque a un nivel más modesto del esperado. La sexta ola con la variante ómicron ha ralentizado en cierta medida esta tendencia, por lo que es previsible que las ventas minoristas continúen sujetas en los próximos meses a la incertidumbre que todavía genera el fin de la pandemia en los consumidores. También han afectado negativamente al sector situaciones como los cuellos de botella logísticos, la convocatoria de huelga de transportes en las vísperas de la Navidad y, por supuesto, el deterioro de la confianza de los consumidores y los márgenes empresariales a causa del histórico incremento de los precios de la electricidad y la energía.

Según el último Resumen de indicadores del comercio, publicado recientemente por la Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), las ventas en comercios crecieron el pasado año un 6,7 por ciento, en comparación con 2020, y se sitúan un 0,6 por ciento sobre los niveles prepandémicos de 2019. En cuanto a los niveles de consumo registrados en 2021, según Anged, repuntaron un 2,9 por ciento en relación con el pasado año, pero continúa siendo un 3,1 por ciento más bajo que en 2019.

Otros datos destacados por Anged hacen referencia al empleo en el sector español de la distribución. Según su último Resumen de indicadores del comercio, la afiliación media de enero de 2022 creció un 4 por ciento, esto es, 72.987 afiliados más que el mismo mes del año anterior y 16.636 afiliados más que en 2019.

A pesar de las buenas cifras obtenidas el pasado año por el comercio minorista español, la Anged mantiene sus dudas sobre una pronta recuperación. «Las empresas y los hogares están soportando graves tensiones inflacionistas y es indudable que tienen un fuerte impacto sobre sus expectativas de inversión y consumo. Sobre todo, por el extraordinario crecimiento de los precios de la electricidad, al que se suman los carburantes, las alzas en determinadas materias primas y los problemas generados en la logística internacional», explican. «En el lado de los consumidores, una inflación alta sostenida en el tiempo provoca una redefinición de sus preferencias de compra. Es decir, compensa parte de las fuertes subidas del recibo de la luz o los carburantes comprando productos más baratos, sustituyendo algunos por otros de menor valor o retrasando determinadas compras, sobre todo en bienes duraderos, de equipamiento personal, etc.», advierte la asociación.

 

Leer el Resumen de indicadores del comercio de febrero de 2022:
AQUÍ

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Categoría: Actualidad

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