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«Fabricar calzado en España es posible y rentable»

| 19 marzo, 2013 | 1 Comentario
Carmen Arias, secretaria general de CEC.

Carmen Arias, secretaria general de CEC.

El pasado mes de septiembre, la Confederación Europea de Industrias del Calzado (CEC) decidió relanzar su presencia en Bruselas para proteger los intereses del sector europeo del calzado ante las instituciones europeas. Al frente de este lobby estará Carmen Arias, la nueva secretaria general de la CEC, cuyo principal objetivo será el de «defender y posicionar el calzado europeo en el mundo». Hablamos con ella sobre esta nueva etapa que inicia la CEC y de cómo ve la situación actual del sector zapatero en Europa y cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta.

Revista del Calzado: ¿Cuáles son las principales funciones de la Confederación Europea de la Industria del Calzado (CEC)?
Carmen Arias: La CEC defiende y promociona los intereses del calzado europeo ante los legisladores y políticos de las instituciones comunitarias con el fin de promover el desarrollo de un entorno en el que la fabricación europea del calzado sea próspera y competitiva en esta economía globalizada. Asimismo la CEC identifica iniciativas y asociados de interés para sus miembros y afiliados, como puede ser la participación en proyectos cofinanciados por la Unión Europea.

R. del C.: ¿Cuáles son los países con más peso dentro de la CEC?
C. A.: La CEC representa la unión de varias federaciones y asociaciones nacionales del calzado de la Unión Europea. En la actualidad cada miembro aporta una cotización en función de su productividad, la cual le da derecho a un determinado número de votos. Los países que más peso pueden tener son por lo tanto los que más producen. En todo caso, existe un número limitado de votos por miembro con el fin de que la unión de varios países pueda frenar cualquier iniciativa unilateral que no apoye los intereses de la mayoría de los miembros.
R. del C.: ¿Cuáles son sus principales objetivos al frente de la secretaría general de la CEC?
C. A.: Mi principal objetivo es defender y posicionar el calzado europeo en el mundo. Deseo trabajar con el mayor número posible de países europeos, aprovechando las fortalezas de cada uno, para crear iniciativas conjuntas y defender los intereses de nuestro sector. Tales intereses van desde disponer de las medidas necesarias para luchar ante la copia de modelos y marcas, la mejora y creación de instrumentos financieros para las pymes hasta la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias. Recordemos que estamos en una nueva etapa en que la Comisión Europea está negociando tratados de libre comercio y otros acuerdos comerciales con varios países, y la CEC debe velar por que los intereses del calzado europeo sean tenidos en cuenta y que el principio de reciprocidad se respete y se pueda competir en igualdad de condiciones.

R. del C.: ¿Cuáles considera que son actualmente los problemas más acuciantes del sector europeo de calzado?
C. A.: Como en toda industria dominada por las pymes y en un entorno de crisis económica y financiera generalizada, el gran problema es el acceso a la financiación. Sin ella difícilmente pueden las pymes invertir en innovación y potenciar su crecimiento, y menos en proyectar su internacionalización. El segundo gran problema para aquellas pymes que consiguen exportar es superar las barreras no arancelarias, y también en este punto, la CEC dialoga con la Comisión Europea. Finalmente, debemos trabajar todos en demostrar a la juventud que el sector del calzado es mucho más que el sector tradicional de antaño: se trata de un sector muy dinámico, creativo, dominado por las nuevas tecnologías, nuevos materiales y procesos, nuevos modelos de negocios surgidos gracias a internet, que necesita urgentemente de investigadores, diseñadores, ingenieros, emprendedores, etc., en resumen de una juventud motivada y preparada como la actual.

«CEC defiende y promociona los intereses del calzado europeo ante los legisladores y políticos de las instituciones comunitarias»

Revista del Calzado: Se está hablando en los últimos meses de que la confederación se encuentra en un proceso de renovación. ¿En qué consiste?
Carmen Arias: Más que renovación lo que hubo en septiembre 2012 fue el relanzamiento de la Confederación en Bruselas, la cual fue posible gracias a nuestro presidente italiano y a FICE, la Federación de Industrias del Calzado Español, quienes trabajaron intensamente para que la CEC volviera a estar presente en la capital europea tras un largo periodo de enfermedad del antiguo director general.
De esta forma ha sido posible que el sector del calzado europeo se haya vuelto a posicionar en los foros de discusión europeos, y vuelve a disponer de voz en las diferentes políticas europeas de interés. Estamos además trabajando en incorporar más miembros a la confederación con el objetivo de fortalecer la representación del calzado europeo ante las instituciones comunitarias.

R. del C.: ¿Cómo va a trabajar CEC, como lobby del calzado, desde su oficina de Bruselas? ¿Qué medidas va a promover y sobre qué aspectos va a presionar?
C. A.: Como he mencionado antes, la industria europea del calzado está de nuevo presente en muchos foros temáticos de Bruselas. Como ejemplo, formamos parte del grupo de la moda liderado por el vicepresidente [de la Comisión Europea] Tajani, en el que junto a otras asociaciones, promovemos la creatividad, diseño y alta calidad de nuestros productos y en el que, entre otros, reclamamos más instrumentos financieros a favor de nuestras pymes así como la mejora de las ayudas para la internacionalización, en particular en lo referente a la asistencia a ferias. Deseamos que nuestras empresas aprovechen al máximo las oportunidades surgidas con la firma de los acuerdos comerciales, y entre ellos esperamos que pronto esté incluido el de Estados Unidos.
En otro de los foros, solicitamos el refuerzo de las medidas de control aduanero con el fin de combatir las falsificaciones y que se realicen mayor número de análisis en laboratorios con el fin de identificar la utilización de sustancias dañinas para el consumidor en la fabricación del calzado. Si nuestros fabricantes ponen en el mercado los mejores productos de acuerdo a los estándares establecidos por nuestro marco regulatorio, deberían de exigirse los mismos estándares de los fabricantes no europeos. En este sentido estamos satisfechos de la reciente propuesta de la Comisión Europea, tan reclamada en los últimos años por FICE  y otros miembros de la CEC a través de esta, de incluir el origen del producto en el etiquetado con el fin de que el consumidor pueda elegir bien informado su producto.
Finalmente también trabajamos en la sostenibilidad y crecimiento  del sector a medio y largo plazo a través de la juventud, identificando para ello nuevas iniciativas que potencien el emprendimiento, la formación especializada (técnica y creativa) en el sector, aprovechando las nuevas tecnologías y herramientas, sin olvidar la producción sostenible y ecológica, y el respeto de los aspectos sociales.

«La CEC debe velar por que los intereses del calzado europeo sean tenidos en cuenta y que el principio de reciprocidad se respete»

Revista del Calzado: Los países distribuidores-importadores tienen más fuerza en Europa que los países productores de calzado (Italia, España, Portugal, etc.) ¿Qué posibilidades tienen los fabricantes de calzado para hacerse oír en el Parlamento Europeo? ¿Cree que sus demandas son defendidas en Europa como merecen?
Carmen Arias: No estoy de acuerdo en que los países distribuidores-importadores tengan más fuerza en Europa. Los países miembros de la CEC tienen entre sus miembros tanto productores como distribuidores-importadores.
Pero, en cualquier caso, la respuesta es sí, hay posibilidades para hacerse oír, y muchas. El último ejemplo es cómo se movilizaron los parlamentarios europeos por una iniciativa muy activa del calzado italiano apoyada, como siempre, por la CEC en su conjunto, con especial intervención fundamentalmente de españoles y portugueses, y se consiguió no solo evitar que se quitara definitivamente de la agenda europea el debate sobre el «made in» sino que se ha incluido como requisito en la nueva propuesta de normativa de seguridad de los productos.

«El problema más acuciantes en la actualidad del sector europeo del calzado es el acceso a la financiación»

Revista del Calzado: ¿Son competitivos los productores de calzado europeo frente a los grandes fabricantes asiáticos?
Carmen Arias: La competitividad está relacionada con el tipo de producto, y Europa solo puede ser competitiva en la gama media alta, alta y de lujo. El calzado europeo se caracteriza por su alta calidad,  creatividad y diseño, además de por respetar todos los estándares requeridos por la legislación europea con el fin de cuidar la salud y el bienestar del consumidor. La calidad justifica el mayor precio del producto europeo frente al de otros países que exigen estándares menos rigurosos. Nosotros queremos lo mejor para el consumidor. Podríamos decir que la salud comienza por nuestros pies, que deben de transportarnos a través de una, por fortuna, cada vez más larga vida…
Esto no quiere decir que en los países asiáticos no se pueda fabricar productos de alta gama, y de hecho sí lo hacen. Hay marcas internacionales que producen allí y es el prestigio de la marca el que sostiene la imagen y la garantía de calidad de sus artículos, independientemente de donde se fabriquen.

«La competitividad está relacionada con el tipo de producto, y Europa solo puede ser competitiva en la gama media alta, alta y de lujo»

 

Revista del Calzado: En España se vive en los últimos meses un proceso de relocalización, fabricantes que antes trabajaban en países asiáticos que regresan a sus localidades de origen. ¿Considera relevante este proceso? ¿Cree que nuevamente es rentable fabricar en Europa?
Carmen Arias: Por supuesto, toda inversión en nuevos empleos en Europa es relevante, no solo para nuestra industria sino para la economía europea. Además, el hecho de que se esté produciendo esta relocalización prueba que fabricar en España es posible y rentable.
Los costes laborales han aumentado considerablemente en China, el fabricante por excelencia en los últimos 15 años; y aunque otros países de la zona sean todavía económicamente competitivos, se otorga importancia al servicio y al control de calidad, lo que exige un seguimiento más cercano, además de que los precios de la energía y transporte siguen subiendo… Por otra parte las nuevas tecnologías y el comercio por internet han acelerado las ventas. El consumidor exige un producto rápidamente accesible, y las empresas europeas necesitan las fábricas a su disposición en cualquier momento, sin tener que esperar un envío de otro continente

«La calidad justifica el mayor precio del producto europeo frente al de otros países que exigen estándares menos rigurosos»

Revista del Calzado: ¿Es usted partidaria de recuperar los aranceles antidumping para el calzado de origen chino y vietnamita que estuvieron vigentes hace unos años?
Carmen Arias: Siempre que se produzcan distorsiones a la competencia por el ejercicio de prácticas ilegales es posible recurrir a los instrumentos que prevé la UE en el marco de las reglas de la OMC tal y como se ha hecho hasta ahora.
Las cosas han cambiado mucho en el comercio internacional y en las estrategias de las empresas pero, si volviera a haber evidencia de perjuicio y daño, se estudiaría naturalmente la acción a seguir. De momento no estamos en esa situación y en su caso habría que analizar la normativa que la Comisión Europea está actualmente revisando para ajustarla a la realidad y hacer más eficaces los procedimientos.

R. del C.: ¿Cuál es la postura de la CEC con respecto a la denominación obligatoria para el calzado de origen europeo mediante la etiqueta «made in»?
C. A.: Como he mencionado previamente, la CEC ha recibido con satisfacción la reciente propuesta de reglamento de la Comisión Europea sobre la seguridad de los productos de consumo, el cual incluye, en su artículo 7, la obligatoriedad de indicar el origen en todos los productos comercializados en Europa. Se trata de un paso relevante en defensa de la seguridad de los consumidores europeos. La iniciativa, pendiente de ser aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo, permitirá que el consumidor disponga de información sobre el producto y facilitará la trazabilidad de aquellos productos comercializados en Europa en defensa de la seguridad de los consumidore.

«Aconsejo a los fabricantes europeos que profundicen en sus estrategias de internacionalización, diseño, calidad, innovación y personalización»

Revista del Calzado: ¿Qué estrategia recomendaría seguir a los fabricantes europeos de calzado que quieran sobrevivir en este complicado contexto económico?
Carmen Arias: Que insistan y profundicen en sus estrategias de internacionalización, diseño, calidad, innovación y personalización de sus productos; que consideren igualmente el potencial del comercio electrónico; que hay muchas oportunidades por explotar para el producto europeo, y que, cuando encuentren dificultades en procedimientos o barreras no arancelarias, recurran a sus asociaciones nacionales para poner en su conocimiento lo que ocurre, con el objetivo de que además de actuar frente a sus gobiernos, las trasladen a la CEC y podamos discutirlas con la Comisión Europea y reclamar las medidas oportunas

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Categoría: Entrevistas

Comentarios (1)

  1. Marianchik dice:

    Muy buena entrevista. El calzado europeo promete! Aunque la falsificación de productos asiáticos nos afecta creo que al probarse uno un calzado en la tienda ya detecta la «comodidad made in Europe». Con lo que el calzado europeo ya posee cierta protección con ese gesto instintivo de probarse un zapato antes de comprarlo. Eso sí, las Nikes «made in China» son muy cómodas.

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