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Inescop inaugura una planta pionera en el reciclaje de residuos de calzado, textil y juguete

| 4 mayo, 2022 | Comentario

Demostrador de Industria Circular«Los grandes cambios se realizan por obligación o convicción», afirmó Rafael Climent, conseller de Economía Sostenible de la Comunidad Valenciana, durante la presentación del primer Demostrador de Industria Circular el pasado 3 de mayo. Obligados por la creciente demanda del sector y convencidos de que el futuro de la industria pasa por avanzar en la economía circular, el centro tecnológico del calzado Inescop inauguró en su sede de Elda (Alicante) esta planta pionera en la recuperación de residuos de calzado, textil y juguete.

En una segunda fase, esta planta piloto sumará al sector de la automoción; de manera que sus residuos también puedan recuperarse en el demostrador tecnológico.

Inescop ha desarrollado este demostrador único en Europa en colaboración con el Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU) y el Instituto Tecnológico del Textil (Aitex). A través de la unión de estos tres centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana, se quiere concentrar en un mismo espacio un demostrador de cómo es posible convertir desechos de las industrias del calzado, el textil y el juguete en nuevos productos de bajo impacto ambiental. En una segunda fase, esta planta piloto sumará al sector de la automoción; de manera que sus residuos también puedan recuperarse en el demostrador tecnológico.

Con el uso de esta tecnología, las empresas conseguirán reducir sus residuos, reutilizar sus excedentes, tanto para su propia fabricación, como para convertirlos en materias primas que puedan emplearse en otros sectores.

El Demostrador de Industria Circular está compuesto por seis máquinas semindustriales adaptadas al espacio de la planta, pero, como indicó Borja Mateu, uno de los responsables técnicos del proyecto, «son fácilmente escalables y de implantar en cualquier fábrica». El objetivo último de esta iniciativa, que ha contado con el apoyo financiero (más de 741.000 euros) del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y de la cofinanciación europea a través de los fondos Feder, es animar a las empresas de estos tres sectores industriales a impulsar un modelo de producción y consumo responsable que minimice la generación de residuos a la vez que potencie la revalorización y reciclado al final de su vida útil. Con el uso de esta tecnología, las empresas conseguirán reducir sus residuos, reutilizar sus excedentes, tanto para su propia fabricación, como para convertirlos en materias primas que puedan emplearse en otros sectores como el del mueble o automoción y mejorar su huella de carbono, convirtiéndose así en una empresa circular.

La planta piloto recientemente inaugurada tiene capacidad de reciclar productos multicomposición (aquellos que emplean, de media, unos 40 materiales diferentes) que terminan en vertederos o incineradoras.

La planta piloto recientemente inaugurada tiene capacidad de reciclar productos multicomposición (aquellos que emplean, de media, unos 40 materiales diferentes) que terminan en vertederos o incineradoras. De hecho, se estima que, al año, en la Comunidad Valenciana, solo el 5 por ciento de los residuos de calzado, textil y juguete, se recicla. Si hablamos en términos nacionales, se estima que alrededor de 3 millones de toneladas de residuos de calzado, textil y juguete, acaban en vertederos. Estos residuos proceden, en su mayoría, de excedentes de fabricación y posconsumo, una vez que han llegado al fin de su vida útil.

Complejidad de reciclado
En la actualidad, la valorización y el reciclado del calzado, textil y juguete son extremadamente complejos por ser productos multicomposición. Aunque la industria ha realizado grandes desarrollos en el reaprovechamiento de materiales monocomposición, era necesario dar solución a los residuos multicomposición, sobre todo en las fases de separación y clasificación. Gracias al Demostrador de Industria Circular, ahora es posible separar y clasificar los residuos del calzado, textil y juguete, de forma que puedan ser transformados en materias primas de bajo impacto ambiental, creando así un modelo de negocio de economía circular con aplicaciones diversas intra- e intersectorialmente.

La primera fase por la que pasa un zapato usado para reaprovechar sus componentes es la trituración primaria. En ella se reduce el tamaño de sus componentes para poder separarlos en la planta. A continuación, se separan las partes metálicas que pudiera tener el calzado. Se extraen los metales ferrosos de la línea de reciclaje mediante dos imanes. Estos restos metálicos luego pueden fundirse y reutilizarse en hebillas o cualquier otro componente metálico. Más adelante se realiza la trituración secundaria, en la que se cortan las piezas al tamaño necesario hasta conseguir diferenciar los distintos materiales. Después, las distintas partes se clasifican mediante criterios volumétricos, separando las partículas por tamaños. Tras esta clasificación, se aplica una nueva, en esta ocasión densimétrica, es decir, que se separan los materiales según su densidad tras la retirada de los metales no ferrosos. Por último, se entra en la fase de separación por aspiración, donde los elementos ligeros son clasificados y retirados del sistema.

Cambios legislativos
Para el conseller de Economía Sostenible, «la economía circular no se entiende sin el desarrollo de nuevas tecnologías, de la investigación y la innovación y este demostrador engloba cada uno de estos aspectos, lo que nos permitirá crear una industria interconectada, resiliente, sostenible e inclusiva reduciendo así la dependencia de mercados externos». Climent destacó el trabajo en equipo de los tres centros tecnológicos «en beneficio no solo de sus sectores, sino del resto del tejido industrial y de la sociedad en general ». También insistió al tiempo en la necesidad de trabajar por cambiar el modelo productivo «para llegar a 2030 en las mejores condiciones».

Esta necesidad se vuelve cada vez más urgente ya que la nueva Ley de Residuos establece, para antes del año 2025, la obligatoriedad de recogida de residuos del sector textil y calzado. Además, se deberá reducir el peso de los residuos producidos en un 13 por ciento para 2025 y en un 15 por ciento para 2030.

 

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Categoría: Actualidad

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