Suecia estudia aplicar un impuesto sobre la ropa y los zapatos que contengan sustancias peligrosas

Dos tercios de los ciudadanos de la Unión Europea confiesan estar preocupados por la presencia de productos químicos en su vida diaria y por sus efectos para la salud, según una encuesta sobre seguridad química realizada por la Comisión Europea. Por ello, desde comienzos de 2020, la UE prohíbe la presencia de 33 sustancias carcinógenas, mutágenas y tóxicas en las prendas de vestir, los productos textiles y el calzado, tanto en los productos importados como en los fabricados por países comunitarios.

El impuesto tendría como objetivo «reducir de manera rentable la incidencia o el riesgo de exposición y propagación de sustancias en la ropa y el calzado que son perjudiciales para el medioambiente y la salud humana».

Entre los países de la UE, Suecia es pionera en cuanto a la promoción de leyes que protegen a sus ciudadanos frente a las sustancias contaminantes y peligrosas. Tanto es así que actualmente está considerando implementar un impuesto sobre la ropa y los zapatos que contengan sustancias prohibidas por el reglamento europeo Reach. El impuesto tendría como objetivo «reducir de manera rentable la incidencia o el riesgo de exposición y propagación de sustancias en la ropa y el calzado que son perjudiciales para el medioambiente y la salud humana». De esta manera, se propone gravar con 40 coronas suecas (unos 3,87 euros) cada kilogramo de ropa y calzado que se comercialice en Suecia, con la posibilidad de deducciones de hasta el 95 por ciento para los productos libres de sustancias químicas señaladas como extemadamente preocupantes (SVHC).

Según las estimaciones que maneja el Gobierno sueco, actualmente alrededor de un 20 por ciento de la ropa y un 34 por ciento del calzado presentes en el mercado contienen algún tipo de producto químico peligroso. Con la puesta en marcha de este impuesto, se espera que estos porcentajes se reduzcan durante el primer año hasta el 17 por ciento en el caso de la ropa y hasta el 30 por ciento en del calzado. Y se cree que continuarán cayendo un 3 por ciento cada año. Además, se prevé que gracias a este gravamen adicional se recaudará anualmente alrededor de 750 millones de coronas suecas (72,6 millones de euros), al mismo tiempo que se estima que los precios de los textiles y los zapatos con productos químicos peligrosos se encarecerán de media un 4 por ciento, lo cual incentivará la producción e importación de artículos libres de estas sustancias. También se prevé una reducción de las ventas de ropa y calzado en casi un 1 por ciento.

Se calcula que el impuesto entrará en vigor el 1 de abril de 2021, pero su aplicación no será antes de junio de 2021.