«La digitalización será la gran aliada de las empresas tras la crisis»
Europa ha sido uno de los continentes más duramente golpeados por la pandemia del nuevo coronavirus. Para conocer hasta qué punto ha afectado al sector europeo del calzado, hablamos con Carmen Arias Castellano, secretaria general de la Confederación Europea de la Industria del Calzado (CEC), quien, además, nos detalla qué medidas se han puesto en marcha desde la Unión Europea y cómo cree ella que será la fabricación de zapatos en la Unión Europea tras la crisis sanitaria desatada por el virus.
Revista del Calzado: ¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a la industria europea del calzado?
Carmen Arias: Como bien sabemos, la crisis sanitaria ha tenido claramente un impacto negativo en la economía de todos los países del mundo, y por lo tanto también en casi todas las industrias que no facilitan bienes o servicios de primera necesidad.
Por lo que respecta a la industria del calzado europeo, las medidas de confinamiento y cierre de fábricas adoptadas desde enero en los países asiáticos interrumpieron el abastecimiento de materias primas de las que desafortunadamente todavía dependen muchos fabricantes europeos, y esto empeoró drásticamente cuando la pandemia invadió Europa a mediados de febrero. No solo se interrumpió la producción y se cerraron los comercios, sino que también el consumidor dejó de comprar por imposibilidad logística, incertidumbre, miedo y reducción de ingresos en el hogar familiar.
La colección de esta primavera y verano corre un alto riesgo de no venderse porque a pesar de que los comercios han abierto en la mayoría de los países europeos, el consumidor continúa desconcertado e inseguro de salir a la calle y retomar una vida más normal. La colección de invierno está siendo fabricada en la medida de lo posible con grandes medidas de seguridad en fábricas y con la incertidumbre de cómo será y cuándo llegará la nueva normalidad.
«Desde la Confederación Europea del Calzado (CEC) trabajamos continuamente con oficiales de la Comisión europea para que estas ayudas lleguen a las empresas del calzado de la manera más directa.»
Revista del Calzado: ¿Cómo valora las medidas propuestas por los Gobiernos europeos y las instituciones comunitarias para hacer frente al impacto social y económico de la enfermedad covid-19?
Carmen Arias: Personalmente considero que, en general, los gobiernos europeos y las instituciones comunitarias han sabido reaccionar a tiempo teniendo en cuenta que nos enfrentamos desde un principio a «un enemigo desconocido y surrealista» tanto en cuanto a su alcance como a las medidas más eficaces para proteger a la población. Es cierto que en algunos países se podría haber reaccionado mucho antes y de diferente manera, y que las acciones positivas adoptadas por ciertos países deberían de haber servido de inspiración para otros. No siempre la ciencia ha servido para decidir las mejores medidas a adoptar a nivel nacional, y a veces razones políticas han intervenido en las decisiones. Otra debilidad a veces reprochable a los países europeos es que nos hemos encontrado con una disparidad de enfoques y medidas de prevención, así como de parámetros para calcular las estadísticas. Lo primero podría justificarse por las diferentes culturas que tenemos en Europa, los ciudadanos del sur del continente no reaccionamos igual que los del norte antes las instrucciones de los gobiernos, quienes por lo general suelen ser más respetuosos.
Por otra parte, opino que las instituciones comunitarias han sabido poner en marcha rápidamente medidas y recursos para facilitar el apoyo social y económico a los países de la Unión Europea. Luego cada país ha sido más o menos rápido en disponer de ellas, y en este sentido no se puede criticar a Europa y a Bruselas como se suele hacer. Entre las medidas facilitadas desde mediados de marzo se encuentran: la relajación de las normas europeas de ayuda estatal, la liberación de 37.000 millones de euros de los fondos de cohesión para financiar en el 2020 a las regiones más desfavorecidas y sectores más afectados por la pandemia; un paquete de ayudas de 540.000 millones que incluye entre otros el programa SURE, un fondo de garantía adicional creado por el Banco Europeo de Inversiones para facilitar liquidez a las pymes, el Mecanismo Europeo de Estabilidad y próximamente un Fondo Europeo de Recuperación que se materializará a través de préstamos pero también subvenciones directas. Desde la Confederación Europea del Calzado (CEC) trabajamos continuamente con oficiales de la Comisión europea para que estas ayudas lleguen a las empresas del calzado de la manera más directa. Está previsto que los detalles del Fondo Europeo de Recuperación se conozcan a finales de mayo. Igualmente también se está trabajando en la conversión del Marco Financiero Plurianual para el periodo 2021-2027 en un nuevo Plan Marshall que contribuya a la recuperación y reconstrucción de la Unión Europea tras la crisis de la covid-19.
«Los trabajadores siguen siendo el activo principal y más valioso de las empresas del calzado e invirtiendo en ellas, en su formación continua y la diversificación de habilidades, el calzado europeo se fortalecerá»
Revista del Calzado: ¿Cuánto tiempo cree que tardarán las empresas europeas de calzado en recuperar la normalidad?
Carmen Arias: La normalidad en nuestras vidas tardará por lo menos año y medio en recuperarse, y dependerá de muchos factores externos (por ejemplo, el respeto de los ciudadanos por las medidas preventivas recomendadas, el control de la pandemia incluido su posible rebrote en otoño, el descubrir una vacuna y que esta sea accesible para todos, ayudas económicas y sociales de los gobiernos, la recuperación económica, la recuperación de la confianza del consumidor, etc.).
Estos mismos factores además de otros internos propios a cada empresa, tales como su capacidad de innovación y adaptación, su disponibilidad de un personal cualificado para las nuevas ocupaciones que serán más requeridas, el acceso a un consumidor global a través de los canales apropiados, etc., influirán en el tiempo y el éxito de las empresas en recuperar cierta normalidad.
En todo caso, los trabajadores siguen siendo el activo principal y más valioso de las empresas del calzado e invirtiendo en ellas, en su formación continua y la diversificación de habilidades, el calzado europeo se fortalecerá y podrá reconquistar al consumidor mundial. Obviamente también son necesarias ciertas inversiones, que no tienen por qué ser muy costosas como por ejemplo las que faciliten el acceso a mercados en línea o fuera de línea. Son una oportunidad para crecer que ninguna empresa debería dejar escapar.
Aprovecho para comentar que desde la Confederación Europea del Calzado (CEC), continuamos esforzándonos por invertir en formación con el fin de actualizar y potenciar las habilidades de los trabajadores según las necesidades de las empresas. Un ejemplo el proyecto europeo Erasmus+ Skills4SmartTCLF Industries 2030 Blueprint en el que junto a las confederaciones europeas de la confección y textil (Euratex) y de la piel (Cotance) y, sobre todo, de expertos de 10 centros europeos de formación, trabajamos en la elaboración programas de capacitación para ocho perfiles de calificación (cuatro de ellos sectoriales y los otros cuatro trasversales) identificados como más en demanda por las empresas. Esperamos que estos programas, dirigidos tanto a estudiantes como a empleados, estén disponibles en paquetes de cursos en línea abiertos masivos (MOOC) en el 2021.
«La relocalización en Europa de aquella producción que permanece en países lejanos, en particular asiáticos, se presenta asimismo como una oportunidad para superar mejor la crisis»
Revista del Calzado: ¿Cómo será el sector europeo del calzado tras superar la crisis del coronavirus?
Carmen Arias: Cuando mencionas lo de superar la crisis, me imagino que te refieres a que la crisis sanitaria se haya controlado, la economía se estabilice y la confianza del consumidor se haya restablecido. En este caso, estimo que a corto plazo las ventas online se dispararán, porque los consumidores tardarán en volver a las tiendas y centros comerciales. Las marcas tienen aquí una ventaja porque los consumidores las conocen, muchos han comprado previamente el producto y saben el modelo que mejor se ajusta a sus pies. La digitalización, la inteligencia virtual y artificial serán grandes aliados de las empresas en todas las fases de concepción y fabricación del calzado, pero también para acceder y reconquistar al consumidor.
La relocalización en Europa de aquella producción que permanece en países lejanos, en particular asiáticos, se presenta asimismo como una oportunidad para superar mejor la crisis, la dependencia de terceros países, y ayudar a la creación de empleo. Además, también responde a lo que el consumidor solicita de la industria: un producto de diseño con alto valor añadido, diferenciado y fabricado de acuerdo a unas normas de seguridad, ambientales y sociales y que incluya materiales sostenibles como lo es el cuero.
Categoría: Entrevistas