Editorial: Previsiones 2024

| 2 enero, 2024 | Comentario

En 2024 la economía de nuestro país crecerá un 2 %, según estimaciones del Gobierno de España. Otros organismos son menos optimistas y rebajan estas previsiones a porcentajes más moderados: +1,4 % (OCDE), +1,6 % (PwC), +1,4 % (CaixaBank), +1,5 % (Funcas) o +1,8 % (BBVA). Sea como sea, parece evidente que se avecina un enfriamiento de nuestra economía, tras un buen año en comparación con otros países europeos. Si bien se espera que el PIB de España siga aumentando de manera sólida, se constata una desaceleración evidente derivada de múltiples amenazas: caída del consumo, descenso de las exportaciones, inflación impulsada por los costes de la energía, freno en la creación de empleo, tipos de interés elevados, tensiones geopolíticas en aumento y recesiones en importantes economías del entorno comunitario.

La industria española del calzado no es ajena a las dinámicas macroeconómicas del país, por lo que se cree que, al igual que el PIB general, en 2024 el sector siga creciendo, pero a un ritmo más comedido y cercano al estancamiento. Como le ha sucedido a la economía española, en los últimos meses la industria del zapato del país ha dado señales evidentes de un paulatino debilitamiento, en contraste con la fortaleza mostrada a principios del año.

Un ejemplo de ello es la caída registrada en las ventas al exterior de pares de zapatos españoles entre enero y octubre del presente año. En los primero diez meses de 2023, las exportaciones en cantidad disminuyeron un 1,7 % con respecto al mismo período de 2022, mientras que en términos de valor crecieron un 6,6 %, seguramente animadas por la elevada inflación. Asimismo, en comparación con los diez primeros meses de 2019, anteriores a la crisis del coronavirus, las exportaciones españolas de calzado cayeron un leve 0,6 % en número de pares. Llaman la atención especialmente los descensos de ventas en mercados estratégicos para el sector nacional como son el alemán (tercer mayor comprador de zapatos españoles en el mundo) o el estadounidense, que pierde un 17,3 % de su cuota de mercado en tan solo un año. Estos porcentajes demuestran una pérdida preocupante de competitividad de nuestro calzado en los mercados exteriores, que sin duda lastrará la salud del sector durante 2024.

Como las ventas al exterior de calzado español, otros índices económicos corroboran la desaceleración del crecimiento de nuestra industria zapatera. Así, el índice de producción industrial (IPI) señala que en octubre la fabricación de zapatos marcó nuevamente porcentajes negativos (-17,4 % con respecto a octubre de 2022). Algo parecido sucede con la facturación de las empresas de la industria del calzado. En este sentido, el índice de cifra de negocios (ICN) del pasado mes de octubre registró uno de los porcentajes más bajos de los últimos años (-20,4 %). De igual manera, el barómetro del empleo indica que sus cifras (40 629 trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en octubre) son todavía significativamente más bajas que hace un año (-3,5 %) y todavía sin recuperar los niveles previos a la crisis de la covid-19 (-4,9 %).

A pesar de todos los índices negativos detallados anteriormente, las previsiones sugieren que el sector crecerá o que, en el peor de los escenarios, se estancará o caerá levemente. La del calzado español es una industria muy consolidada y con larga experiencia para resistir cualquier crisis sobrevenida. El contexto económico al que se enfrentará en 2024 no será peor a otros muchos que ha superado históricamente (pandemia, colapso del mercado inmobiliario, entrada de China en el OMC, crisis del petróleo, etcétera). Por lo tanto, solo queda confiar en la resiliencia de un sector acostumbrado a nadar a contracorriente. ¡Feliz 2024!

Descargar editorial de Revista del Calzado, n.º 248:
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Categoría: Actualidad

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