Los empresarios del calzado muestran su preocupación ante la compleja coyuntura económica
El sector del calzado ha iniciado el año 2024 con una nueva caída en las exportaciones, algo que, aunque esperado, preocupa seriamente a los empresarios del sector. En este sentido, los responsables de las marcas españolas reclaman actuaciones para ayudar a «una industria que se ha visto seriamente afectada por la caída del consumo como consecuencia de la inflación y la renta disponible y que están viendo cómo algunas medidas en materia laboral les están haciendo perder competitividad», según explican a través de Federación de Industrias del Calzado de España (FICE).
Para Imanol Martínez, responsable de Internacionalización de FICE, «las ventas al exterior han iniciado el año con una importante caída en términos de valor. Concretamente han caído un 7,5 % respecto al mes de enero de 2023 y se han situado en torno a 251,4 millones de euros».
Estos datos confirman la tendencia a la caída de las exportaciones que se está dando desde el pasado mes de agosto y las previsiones es que esta dinámica se mantenga, al menos, durante el primer semestre del año.
Una compleja situación
La secretaria general de FICE, Marián Cano, incide en que el sector del calzado en España enfrenta una serie de desafíos significativos. La compleja coyuntura económica, influida por la creciente inflación, conflictos geopolíticos internacionales y aumentos en los costes, ha colocado a las empresas en una situación límite.
«Las empresas reclaman estabilidad en los reglamentos y en las nuevas legislaciones. Insistimos en que es necesario respetar los acuerdos alcanzados en convenio colectivo pactado entre patronal y sindicatos con consenso en asuntos como la jornada laboral», señala Cano.
Además, los empresarios expresan su malestar por la falta de flexibilidad en la aplicación de los criterios por parte de la inspección de la figura de los fijos-discontinuos que está generando rigideces que podrían obligar a las empresas a reajustar plantillas ante la caída de la producción.
Por otra parte, desde FICE insisten en la enorme preocupación en torno a la Ley Crea y Crece, que afecta directamente a la competitividad de las compañías en mercados globales. Esta ley interviene en las relaciones entre las empresas condicionando la libertad negociadora de las firmas zapateras en un mercado global en el que no se dan estas limitaciones. Y junto con este intervencionismo, hay que tener en cuenta que el calzado es un producto de baja rotación, desde que el producto llega al punto de venta hasta que se vende, el plazo es mucho mayor que el de otros bienes como pueden ser productos frescos.
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