«El calzado español está a la cabeza en cuanto a innovación»
El instituto tecnológico de referencia de la industria española celebra este año su 45º aniversario. Y lo hace con cambios en su dirección. Tras la jubilación de César Orgilés al frente de la institución, toma el relevo Miguel Ángel Martínez, subdirector de la misma durante los últimos 20 años. Hablamos con él sobre los nuevos retos a los que se enfrentará Inescop en el futuro.
Miguel Ángel Martínez, director de Inescop.
Revista del Calzado: ¿Cuáles son sus principales objetivos como director de Inescop?
Miguel Ángel Martínez: Mi principal objetivo será continuar la labor que se lleva desarrollando en Inescop durante los últimos 45 años; es decir, dar servicio tecnológico a las empresas de sector. Nuestros clientes son las empresas, por lo tanto no se entendería un Inescop sin ellas, si no estuviésemos completamente pegados a ellas y no les ofreciéramos el mejor servicio posible.
Al año realizamos cerca de 45.000 análisis. Tener todo el equipo y la maquinaria de la que dispone Inescop en una fábrica de calzado no sería viable
Revista del Calzado: ¿Cuál es la situación actual de Inescop?
Miguel Ángel Martínez: Inescop se compone actualmente de una sede central localizada en Elda y cinco unidades técnicas repartidas en los principales centros de producción de calzado de España: Elche, Villena, Vall d´Uixó, Inca y Arnedo, y en Fuensalida con un centro asociado con Asidcat.
Somos actualmente 117 personas trabajando en Inescop, sin contar al personal de distintas universidades que realiza sus prácticas con nosotros. Un centenar de estos empleados trabajan en la sede de Elda. Salvo el de Elche, el resto de laboratorios funcionan con una persona y media: un técnico y una persona a media jornada.
Al año realizamos cerca de 45.000 análisis. Tener todo el equipo y la maquinaria de la que dispone Inescop en una fábrica de calzado no sería viable, no tanto por el coste de los equipos como por la cualificación de las personas y por la continua actualización que requiere. Porque tan importante es el resultado que se obtiene de la máquina como interpretar adecuadamente los resultados y que estos resultados generen conocimiento.
En cuanto al número de asociados empresariales, tenemos unos 500, pero damos servicio a un millar de empresas al año. Los socios evidentemente tienen una serie de ventajas a la hora de recibir nuestros servicios, pero las instalaciones de Inescop están abiertas a todas las empresas del sector que las quieran utilizar.
En cuanto a nuestros ingresos anuales, están en torno a los 7 millones de euros.
Revista del Calzado: ¿Cómo se financia Inescop?
Miguel Ángel Martínez: La financiación de Inescop proviene básicamente de tres fuentes: el apoyo que recibimos de las administraciones públicas en régimen de concurrencia competitiva, los retornos que se consiguen a través de proyectos europeos y los servicios técnicos prestados a las empresas (proyectos de innovación, derechos por el software propio, etc). Un 45 por ciento de la financiación corresponde a las distintas administraciones públicas y el resto a los servicios a las empresas.
Hay una cosa que tenemos que tener en cuenta: nosotros somos como una empresa, sin una financiación básica. Todos los años debemos enviar nuestras propuestas de proyectos a las distintas administraciones, que son evaluadas, aprobadas y, solo si son conformes, se realizan. Podemos decir que trabajamos por contratación con la administración pública. No somos funcionarios. A principios de año tenemos que ponernos a trabajar para conseguir los fondos de las administraciones regional y nacional.
Lo mismo pasa con los fondos europeos, donde concurrimos en competencia con muchos otros centros europeos. Este año tenemos en marcha un total de 23 proyectos europeos en distintos ámbitos. En este sentido, hay que resaltar lo difícil que resulta conseguir la aprobación de un proyecto europeo. Por ejemplo, hace poco hemos recibido un premio en el área de proyectos europeos LIFE, en el que nosotros participábamos dentro de un consorcio hispanoitaliano, y en 2012 recibimos el premio Best of the best por el proyecto de curtición sin cromo Oxatan. LIFE recibe más de 1.200 propuestas al año, solo dan el sello de «mejor proyecto LIFE» a 25 proyectos, y de esos 25, ese año uno de nuestros proyectos fue elegido como «el mejor de los mejores». Con esto se ve el esfuerzo y lo que cuesta conseguir este tipo de distinciones. Pero con estas actuaciones europeas no solo gana Inescop sino que también existe un retorno para las empresas, ya que generalmente estos proyectos se realizan en consorcio con empresas europeas. Es decir, que si nosotros no actuásemos como movilizadores de las empresas del sector y participáramos junto a ellas en estos proyectos, las pequeñas y medianas empresas del sector difícilmente podrían llegar a Bruselas y conseguir la financiación para estos proyectos. Al menos 100 empresas del sector han podido beneficiarse de este tipo de actividades gracias a Inescop. Es una forma de poner en valor el sector español del calzado.
En temas de tecnología, normalización, asuntos medioambientales, seguridad del consumidor y de los trabajadores, en todo esto, Europa es líder, y en Europa uno de los centros punteros es Inescop
Revista del Calzado: Gracias a estos proyectos europeos Inescop está considerado como uno de los mejores centros tecnológicos especializados en calzado de Europa…
Miguel Ángel Martínez: Europa es líder en cuanto a tecnología para el calzado, no tanto en producción, que está dominada claramente por Asia. Pero en temas de tecnología, normalización, asuntos medioambientales, seguridad del consumidor y de los trabajadores, en todo esto, Europa es líder, y en Europa uno de los centros punteros es Inescop. Sobre todo en ciertas áreas, porque cada centro está más o menos especializado en algunos temas. Por ejemplo, en el área de investigación de adhesivos o en temas de diseño y fabricación asistida por ordenador puedo asegurar sin duda que somos líderes mundiales. No lo somos en todo, pero en algunas áreas sí. Y donde no llegamos, trabajamos a través de alianzas estratégicas con otros centros tecnológicos, como con nuestro homólogo francés CTC, que tiene delegaciones en Asia a las que las empresas españolas pueden dirigirse a través de Inescop para solicitar servicios.
En cuanto a la actividad internacional, si nos referimos a los temas de CAD, de diseño asistido por ordenador, alrededor de 2.000 empresas usan nuestros sistemas en 39 países de todo el mundo, y si nos referimos al CAM (digitalizadores, escáneres de zapatos y plantillas, plataformas de presión plantares, etc.), entonces el número de países donde estamos presentes sería de casi 50 en todo el mundo, desde Estados Unidos a Japón. De tal manera que tenemos hoy en día tecnología de Inescop funcionando en los cinco continentes.
En la actualidad, las empresas de calzado no fabrican un producto para ver si lo vende, sino que es el consumidor quien está definiendo cada vez más qué es lo que quiere comprar.
Revista del Calzado: ¿Cuáles son las principales vías de investigación desarrolladas actualmente por Inescop?
Miguel Ángel Martínez: Nosotros no fabricamos calzado, lo que sí hacemos es dar soporte tecnológico a las empresas para que produzcan y comercialicen calzado en las mejores condiciones posibles. Actualmente trabajamos en tres grandes áreas: materiales, procesos y tecnología.
Un tema muy importante para el sector hoy en día es el reglamento europeo Reach de sustancias limitadas. Nosotros ofrecemos asesoramiento y realizamos numerosos análisis para que los fabricantes puedan comercializar su calzado en los destinos más exigentes: Alemania, Países Bajos, Estados Unidos, Francia, etc. En nuestros laboratorios también desarrollamos importantes investigaciones en todo lo relacionado con la optimización de materiales, adhesivos, microencapsulación, nanotecnología, todo lo que pueda mejorar las prestaciones del calzado.
En el área de tecnología tenemos la parte del desarrollo de software para diseño y fabricación de calzado, la parte de electrónica para todos los componentes electrónicos y luego la parte de robótica. Estas tres patas (informática, electrónica y robótica) son en las que estamos ahora trabajando y que se han venido a denominar de manera agrupada «industria 4.0, fabricación digital».
Otro aspecto de la fabricación en el que últimamente estamos trabajando intensamente es en la personalización de calzado. En la actualidad, las empresas de calzado no fabrican un producto para ver si lo vende, sino que es el consumidor quien está definiendo cada vez más qué es lo que quiere comprar. El consumidor, desde un configurador de producto, elige los materiales, las suelas, los colores, etc., y luego la fábrica le suministra el calzado que mejor se adapta a sus medidas y gustos. Los grados de personalización van desde una adaptación estética básica, a una personalización más elevada donde se olvida el concepto de talla porque se hacen los zapatos a medida con unas hormas específicas para cada pie. La personalización muy extrema es muy útil para aquellos que tienen problemas en los pies o deformaciones y requieren un calzado ortopédico que les aporte soluciones saludables.
Revista del Calzado: ¿Todas estas las tecnologías terminan finalmente implantándose en las fábricas de calzado? ¿Incluso las más vanguardistas y osadas?
Miguel Ángel Martínez: Sin duda, sí. Aunque nuestros desarrollos a veces puedan parecer arriesgados, al final siempre terminan implantándose. Por ejemplo, hace unos años introdujimos en España la máquina de corte mediante chorro de agua. En aquel entonces parecía impensable y la gente nos decía que era una locura. Con el tiempo, este tipo de corte se ha quedado incluso obsoleto y muchas empresas ya tienen sistemas de corte automático, con cuchilla oscilante.
Marcas de alta gama de todo el mundo fabrican en España; y esto es así porque tenemos el know-how y las herramientas para hacerlo.
Revista del Calzado: ¿Cuánto suele tardarse en aplicar las innovaciones desarrolladas en Inescop?
Miguel Ángel Martínez: Depende de las empresas. Hay algunas más innovadoras que otras, pero yo sí creo que las empresas españolas están a la cabeza de la industria mundial en innovación, porque si no no podrían competir de la manera que lo están haciendo en los mercados internacionales. Las marcas de moda de mayor prestigio internacional fabrican en España (Carolina Herrera, Louboutin, Armani, Stuart Weitzman, etc.). Esa es la mayor prueba de la calidad de nuestra fabricación. Marcas de alta gama de todo el mundo fabrican en España; y esto es así porque tenemos el know-how y las herramientas para hacerlo.
Revista del Calzado: ¿Es, entonces, el sector español del calzado permeable a las innovaciones tecnológicas?
Miguel Ángel Martínez: La fabricación de calzado es un ensamblado de materiales que vienen dados por los proveedores. Hay dos factores importantes: disponer de una industria auxiliar potente y concentrada que dé suministro y, por otra parte, tener un soporte tecnológico competente para hacer un producto de alta gama y diseño.
Por lo tanto, todo depende de las estrategias de las empresas. Nosotros desarrollamos digitalizadores, sistemas CAD, programas para corte automático, etc. Sin duda, su aplicación podría ser más rápida de lo que es, pero depende de la estrategia de la empresa y de los apoyos que la empresa tenga para incorporar esas tecnologías.
Las empresas sí incorporan las novedades tecnológicas pero muchas veces se van fijando en lo que hace el vecino; dejan que sea otro el que innove primero, porque la innovación supone riesgo y las empresas suelen ser conservadoras. Pero al final se dan cuenta de que tienen que diferenciarse, y cada empresa elige cómo, si quieren promover más la venta online, quieren darle un aspecto más ecológico a su calzado o dirigirse a determinados nichos de mercado. Es la empresa la que se juega el dinero, y por tanto decide cuándo y cómo apostar por la tecnología. El primero que apuesta por una tecnología es el que más riesgos asume.
España no puede competir en calzado de grandes volúmenes a bajo coste. El consumidor quiere participar en el proceso de fabricación de sus zapatos. Quiere conocer cómo se ha hecho y dónde.
Revista del Calzado: A los centros tecnológicos se les exige que se anticipen a las necesidades de las empresas. En este sentido, ¿cuáles serán en el futuro las principales demandas de las empresas de calzado?
Miguel Ángel Martínez: Las demandas de calzado han ido evolucionando con el tiempo. Hoy en día, por ejemplo, hay una mayor concienciación medioambiental y las empresas cada vez están más preocupadas por saber qué sustancias contienen sus zapatos. Sin lugar a dudas esta va a ser una demanda que va a ir a más.
La siguiente tendencia que yo diría que también va a continuar creciendo es el tema de la personalización. España no puede competir en calzado de grandes volúmenes a bajo coste. El consumidor quiere participar en el proceso de fabricación de sus zapatos. Quiere conocer cómo se ha hecho y dónde.
En cuanto a tecnología, todo lo referido a fabricación digital también va a ser algo que revolucione nuestra manera de entender la producción de calzado en el futuro. Nuestras empresas son pequeñas pero estarán interconectadas y compartirán información de manera digital para que la información fluya rápidamente y así fabricar pequeñas partidas de calzado de manera más rápida, de más calidad y con menos imperfecciones.
Otro avance que va a ir a más es el comercio online. El fabricante va a tener más datos de quién es su consumidor, va a poder fidelizar a estos consumidores y dirigirse a grupos específicos. Esto va a exigir un mayor desarrollo de la logística y la distribución.
Todos estos avances van a dar lugar a una mejora de la cualificación y del empleo en el sector del calzado. El calzado que se va a fabricar en Europa va a ser un producto con un soporte tecnológico importante basado en la creatividad y el diseño.
Revista del Calzado: Su nombramiento como director de Inescop coincide con lo que algunos han llamado «la cuarta revolución industrial del sector del calzado». ¿En qué consiste exactamente esta nueva revolución?
Miguel Ángel Martínez: Lo primero es aclarar lo que es la cuarta revolución y conocer cuáles han sido las anteriores. La primera fue cuando se introdujo la máquina de vapor, motores y telares movidos por vapor; la segunda es cuando la electricidad sustituye al vapor; la tercera cuando se van introduciendo automatismos, y la cuarta, la actual, es la fabricación digital, donde hay una hiperconectividad entre todos los sistemas y procesos (big data, sensores que envían información a máquinas automáticas, visión artificial, sistemas de reconocimiento, etc.).
Estamos ahora mismo definiendo el programa. En octubre, después de la celebración de las ferias Co_Shoes y Futurmoda en IFA, celebraremos en Elda el congreso que llevará por título «La fábrica del futuro».
Revista del Calzado: Sobre esta «revolución industrial 4.0» tratará el primer Congreso Nacional del Calzado que Inescop organizará el próximo mes de octubre. Puede contarnos en qué consistirá.
Miguel Ángel Martínez: Estamos ahora mismo definiendo el programa. En octubre, después de la celebración de las ferias Co_Shoes y Futurmoda en IFA, celebraremos en Elda el congreso que llevará por título «La fábrica del futuro». Durará la jornada de la mañana del 7 de octubre. En ella habrá una conferencia inaugural, en la que se dará una visión general con datos de interés, y luego se dividirá el congreso en tres bloques: tecnologías, materiales y organización. Dentro de estos bloques se hablará de las distintas tecnologías pero evitando caer en la tecnología ficción. Queremos hablar de tecnologías que, aunque sea de manera incipiente, ya estén aplicándose, para que el resto de empresas puedan ver hacía dónde nos dirigimos. Se hará una retrospectiva para ver qué tecnologías se están ya utilizando y cuáles se pueden mejorar todavía más: impresión en 3D, la automatización robótica, los sensores, la microencapsulación de materiales, los adhesivos sólidos sin disolventes orgánicos, etc. Por último, habrá un bloque en el que se hablará de organización, sobre intercambio de datos para que las empresas puedan comunicarse con sus proveedores, sobre temas de lean manufacturing, mejoras en la organización empresarial, etc.
Queremos que sea una jornada ágil, para no robarle mucho tiempo a los fabricantes, y que las conferencias no sean en un formato muy formal, sino que sean participativas y que susciten un coloquio entre los asistentes.
Uno de los mayores éxitos de Inescop es haber generado confianza, el haber sabido mantener la proximidad con las empresas.
Revista del Calzado: Dentro de unos meses Inescop cumplirá su 45º aniversario desde que se fundara en el año 1971. ¿Cuál cree que ha sido su mayor logro y contribución a los sectores del calzado y la curtición?
Miguel Ángel Martínez: El mismo hecho de continuar con nuestra actividad de manera continuada durante los últimos 45 años ya es un logro en sí mismo, sobre todo si tenemos en cuenta que el del calzado es un sector que ha sufrido muchas crisis.
Uno de los mayores éxitos de Inescop es haber generado confianza, el haber sabido mantener la proximidad con las empresas. La competencia de las empresas muchas veces se dice que está en China pero también está en las empresas de al lado. Esto nos obliga a ser imparciales. Nosotros trabajamos independientemente de quien sea el receptor de nuestro servicio. Esto ha hecho que ahora mismo exista un clima de confianza para que las empresas sigan solicitando nuestros servicios, porque lo que realmente somos es un soporte tecnológico para las empresas.
Otro de nuestros logros ha sido ir siempre uno o dos pasos por delante de por donde discurría la industria. Si nosotros no nos anticipamos y nos preparamos para dar una solución urgente a las necesidades de las empresas, se crearía un desequilibrio. Nosotros necesitamos estar trabajando en líneas de investigación que vayan por delante de las necesidades actuales de las empresas, ahora mismo, por ejemplo, con el tema de la fabricación digital.
Otro de nuestros éxitos puede ser todo lo relacionado con el diseño por ordenador, el cual se introdujo hace años y ha sido muy bien acogido por las empresas españolas. También habría que destacar el tema de los adhesivos o las mejoras en materiales para eliminar sustancias que pudieran limitar la comercialización del producto.
Revista del Calzado: Hablando de logros, ¿podríamos también decirnos algún fracaso de Inescop durante estos años?
Miguel Ángel Martínez: No se me ocurre ninguno ahora mismo. El fracaso podría haber venido si nos hubiésemos dispersado en otro tipo de actividades, pero esto no nos ha sucedido porque siempre nos hemos centrado en los temas científico-técnicos, en el sector del calzado como principal destinatario.
De cualquier manera, no tanto un fracaso como una mala experiencia, sí podría ser algún proyecto internacional frustrado por las circunstancias sociopolíticas. Por ejemplo, ha sido una experiencia fallida el trabajar en algunos sitios del Norte de África para transmitir tecnologías con ayuda de cooperación internacional española, donde invertimos mucho tiempo y esfuerzo, pero la situación se volvió peligrosa con el estallido de la Primavera Árabe y tuvimos que abandonar la zona. Personalmente sí que siento todo lo que hemos invertido en ciertos países y que no ha tenido continuidad. Esa es una espina clavada, que a veces un esfuerzo tan grande no tenga mejores resultados, por fuerza mayor.
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