La ropa de segunda mano contribuye con miles de millones de euros al PIB de la UE y África

| 23 octubre, 2024 | Comentario

La ropa de segunda mano aporta miles de millones de euros al PIB de Europa y África, donde contribuye a la creación de miles de empleos verdes. Así lo revela el informe El impacto socioeconómico de la ropa de segunda mano en África y la UE27+, elaborado por Oxford Economics para Humana People to People y Sympany+.

El estudio analiza y cuantifica los beneficios socioeconómicos del sector de la ropa de segunda mano en la Unión Europea y el Reino Unido (UE27+), así como los efectos de sus exportaciones en tres países africanos: Ghana, Kenia y Mozambique.

El sector aportó una contribución total estimada de 7000 millones de euros al producto interior bruto (PIB) de la EU27+ en 2023, de los que el propio sector generó 3000 millones de euros, según indica el informe. Solo en Alemania y el Reino Unido, supuso 670 y 420 millones de euros al PIB, respectivamente. Además, creó 150.000 puestos de trabajo en la UE-27+, de los que el 73 % eran empleos verdes directamente en la industria, con oportunidades sobre todo para personas con escasa educación formal. Ocho de cada diez trabajadores eran mujeres, y se crearon numerosas oportunidades de empleo en países de renta baja como Bulgaria, Rumanía y Polonia.

Reduce el impacto ambiental
La industria textil, responsable de aproximadamente el 10 % de las emisiones mundiales de carbono, funciona de forma casi totalmente lineal. El sector de la ropa de segunda mano reduce su impacto fomentando la reutilización de las prendas, alargando su vida útil y reduciendo la demanda de nuevos productos textiles.

«Además de sus beneficios ambientales, impulsa el valor económico mundial, crea empleo y fomenta una economía más sostenible e integradora, contribuciones que a menudo se pasan por alto. Un sector próspero de la ropa de segunda mano puede acelerar la transición hacia una industria textil más circular, al tiempo que aporta importantes beneficios socio económicos a escala mundial», enfatiza el informe.

Los tres países africanos
En Ghana, por ejemplo, se calcula que la ropa de segunda mano procedente de la UE-27+ contribuyó en 2023 con 70,5 millones de euros al PIB del país y creó 65 000 empleos formales e informales. En Kenia, se estima que la contribución al PIB fue el año pasado de 15,8 millones de euros, con 6300 trabajadores formales y al menos 68 000 informales. En Mozambique las cifras son las siguientes: 10 millones de euros y 5700 empleos formales y 15 000 informales.

El año pasado, hasta el 47 % de la ropa de segunda mano importada por Ghana procedía de la UE-27+. En comparación, las importaciones directas de Mozambique procedentes de la UE27+ representaron el 18 % y las de Kenia, el 13 % (sin incluir las importaciones que llegan a través de países intermediarios).

Marco legislativo europeo
El informe muestra que, sin el marco normativo adecuado, este sector ecológico y sostenible corre el riesgo de perder su ventaja competitiva frente a gigantes de la fabricación de moda rápida como China, que siguen dominando los mercados textiles mundiales produciendo prendas nuevas, más baratas y de menor calidad, con un enorme coste medioambiental.

A finales de este mes comenzarán los debates en la UE para ultimar las enmiendas a la Directiva Marco de Residuos, que afecta al comercio de ropa de segunda mano. Este informe insta a los responsables de la toma de decisiones a apoyar a los operadores de reutilización textil. Dado que la recogida selectiva obligatoria de textiles entrará en vigor en toda la UE en enero de 2025, es imperativo que estas discusiones comiencen y lleguen a un acuerdo rápidamente, proporcionando seguridad al sector.

Según se desprende del informe, «no deberían imponerse tasas de responsabilidad ampliada del productor (RAP) a los operadores de centros de recogida y eliminación de residuos que reutilizan la ropa, puesto que desempeñan un papel crucial en la reducción de residuos y el impulso de la economía circular».

«Será necesario un mayor apoyo al sector, dado que los objetivos obligatorios de recogida de textiles en la UE impondrán mayores restricciones a los operadores, que tendrán que clasificar más volúmenes de ropa sin aumentar sus beneficios. Como la recogida selectiva obligatoria de textiles entrará en vigor en la UE en enero de 2025, es imperativo que las negociaciones a tres bandas comiencen y lleguen a un acuerdo rápidamente», concluye el informe.

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Categoría: Actualidad

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