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«La implantación de la industria 4.0 en el calzado es imparable»

| 23 noviembre, 2016 | Comentario

Hace un año del nombramiento de José Monzonís como nuevo presidente ejecutivo de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE). Repasamos con él cuáles han sido las actividades de la patronal zapatera durante este tiempo, así como la situación actual del sector y sus principales retos de cara al futuro.

Revista del Calzado: ¿Cómo resumiría su primer año al frente de la federación del calzado?
José Monzonís: El balance de la federación en este primer año podría calificarse como positivo. Durante este tiempo se ha vuelto a poner en marcha un buen número de iniciativas que estaban paralizadas. De igual manera, se han iniciado otras actividades nuevas enfocadas a mejorar la competitividad de las empresas, como, por ejemplo, el Plan Estratégico 2016/2017 aprobado por el Comité Ejecutivo.
En mi primer año al frente de FICE, no solo he pretendido reforzar las actividades tradicionales en materia de promoción internacional, sino que he intentado reposicionar la federación en otros campos en los que, debido a la crisis económica, nuestra actividad había disminuido de una manera muy significativa. En este sentido, estamos trabajando en aquellas cuestiones que consideramos más importantes para las empresas, como, por ejemplo, en nuevos métodos de gestión como primer paso para introducir las nuevas tecnologías en el sector; pero también hemos buscado nuevas fórmulas de creación, generación, construcción e impulso de las marcas en los mercados internacionales. Creo que estos son los dos aspectos básicos en los que tenemos que seguir incidiendo con insistencia, sin olvidarnos, por supuesto, de las actividades tradicionales de la patronal.
Aún así, queda mucho por hacer. Empezando por transformar la misma federación. En este sentido, de cara al próximo año, nos hemos propuesto como objetivo introducir un nuevo gestor CRM [gestor de contactos y contenidos] para mejorar nuestra relación con los asociados y clientes y, al mismo tiempo, dar un cambio radical a la imagen corporativa de la federación en internet.

Revista del Calzado: ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentará en los próximos años el sector español de calzado?
José Monzonís: Tenemos cuatro retos fundamentales, que no son solo inherentes al sector del calzado, sino generales para toda la industria. El primero es el propio cambio generacional que se está produciendo en el sector (más del 90 por ciento de las pymes españolas de calzado son empresas familiares). El segundo tiene relación con el primero, y es la mayor profesionalización directiva de las propias empresas. El tercero, también relacionado con los anteriores, es el de desarrollar una estrategia marquista para crecer internacionalmente de manera equilibrada, es decir, que no esté centrada en una sola área geográfica, ya que los ciclos económicos se retroalimentan entre países y, si las cosas van mal en un país, es muy probable que también se vea afectado el país de al lado. Por último, el cuarto gran reto sin duda es el de la transformación digital de las empresas, ya que el consumidor se está transformando digitalmente de una manera rápida e inconsciente, las empresas y sus empleados no pueden quedarse atrás.

«El consumidor se está transformando digitalmente de una manera rápida e inconsciente, las empresas y sus empelados no pueden quedarse atrás»

Revista del Calzado: Durante estos meses la balanza comercial de calzado español ha experimentado una importante caída en el valor de sus exportaciones. ¿Cómo explica este cambio de tendencia? ¿Cree que nos encontramos en el preludio de una nueva crisis en el sector?
José Monzonís: No debe entenderse como el preludio de una nueva crisis. Debe entenderse como el efecto de dos factores fundamentales. Uno viene dado por el consumo en España, el cual está creciendo en tasas del 3,3 y el 5,3 en los dos últimos años, y parte de este consumo se cubre con importaciones de mayor calidad; por lo tanto, este crecimiento del valor de las importaciones está influyendo en que la balanza comercial se vuelva negativa. Por otro lado, influye el descenso de las exportaciones de calzado con destino a ciertos países europeos. Por ejemplo, Francia y Bélgica (dos de nuestros principales clientes) están sufriendo caídas en torno al 20 por ciento en valor en los primeros ocho o nueve meses del año y, en consecuencia, las exportaciones se ven afectadas en este sentido. Otro caso es el de Reino Unido, cuyo mercado funcionó bastante bien durante el primer semestre del año pero que ahora empieza a sufrir el impacto del brexit. En cuanto a Alemania, su crecimiento económico ha pinchado en el tercer trimestre.
Por otro lado, no hay que obviar los cambios en las tendencias de la moda. Es evidente que las tendencias de moda se homogenizan a medida que la globalización avanza y, por lo tanto, las marcas tienen que esforzarse por convertirse en marcas globales que se adaptan a las tendencias de moda. Un ejemplo de esto es la moda de sneakers o zapatos deportivos, que se impone al clásico calzado de piel mucho más sofisticado y caro. Las exportaciones españolas de calzado en los últimos meses han seguido creciendo en pares en torno a un 3 por ciento; la caída en valor se puede explicar por el incremento de las exportaciones de zapatos con materiales alternativos a la piel, como por ejemplo textiles, tanto por las nuevas tendencias en moda como por la propia presión sobre los precios.

«Las empresas españolas de calzado siguen centrando sus exportaciones excesivamente en Europa»

Revista del Calzado: Frente a este panorama, la diversificación de mercados más allá de la Unión Europea se vuelve una necesidad. ¿Cuáles son los países más interesantes para el calzado español?
José Monzonís: Las empresas españolas de calzado siguen centrando sus exportaciones excesivamente en Europa. Uno de los retos que estamos tratando de llevar a cabo es el de desarrollar un crecimiento internacional algo más equilibrado, en el sentido de diversificar geográficamente los mercados de exportación. Sabiendo, en cualquier caso, que una pyme, como son la mayoría de las empresas del calzado en España, no puede desarrollar una buena implantación de su marca en más allá de tres o cinco países. Pero sí es interesante que el desarrollo se produzca en áreas geográficas que, cuando se sufren ciclos económicos, no se solapen exactamente al mismo tiempo.
En este sentido, nuestros mercados prioritarios fuera de la Unión Europea son Estados Unidos y Canadá, y tras ellos, otro mercado importante es el de Asia-Pacífico, concretamente, Japón. El plan de promoción exterior de cara a 2017, que está ahora mismo pendiente de ser aprobado por el ICEX, incide fundamentalmente en estos mercados.

Revista del Calzado: El mercado estadounidense se está revelando como el uno de los más atractivos para el calzado español. ¿Cree que la política proteccionista de el recientemente elegido presidente de los EE. UU. puede afectar negativamente a las exportaciones de calzado español?
José Monzonís: Durante los primeros nueve meses del año, las caídas de las exportaciones de calzado con destino a países de la Unión Europea han venido acompañadas de crecimientos de en torno al 15 por ciento en Estados Unidos y Canadá. Sin duda tenemos que seguir centrándonos en estos dos mercados de manera prioritaria. El prestigio del calzado made in Spain sigue ganando enteros en Estados Unidos y es un mercado que puede continuar teniendo un desarrollo importante. El propio tratado de libre comercio recientemente firmado con Canadá nos puede dar nuevas oportunidades para introducirnos en este mercado.
En cuanto a la elección de Trump, yo creo que la puesta en marcha de algunas políticas económicas proteccionistas no beneficiaría ni a Estados Unidos ni a sus socios comerciales. Esperemos que las medidas que pueda establecer Trump en un futuro no vayan en contra del comercio internacional.

Revista del Calzado: ¿Confía en que se pueda aprobar próximamente el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP)?
José Monzonís: El brexit ya fue una primera gran piedra en el camino. Ya no era fácil aprobar el TTIP tras la decisión británica de dejar la Unión Europea, y probablemente hasta que no se resuelva cuál va a ser la postura de Reino Unido al respecto, mi opinión personal es que difícilmente se podrá seguir avanzando en este acuerdo.

Revista del Calzado: Más allá de la balanza comercial de calzado, ¿en qué situación se encuentra actualmente el sector?
José Monzonís: Nuestro sector se compone de algunas grandes empresas líderes con gran proyección de marca internacional y, al mismo tiempo, por otras muchas pequeñas empresas sobre las que se sigue sustentando una parte significativa de la competitividad del sector. Uno de los grandes retos de la federación es seguir propiciando que las empresas líderes, y sus inmediatas seguidoras, sigan apostando por reforzar toda la cadena de valor nacional, incluyendo a las empresas más pequeñas. Porque, insisto, gran parte de la competitividad del sector español depende de esa conformación clúster y, por tanto, del importante papel de centenares de pequeñas empresas. Para mí, personalmente, esta es una de mis mayores preocupaciones.

«No de los objetivos que me he marcado en mi presidencia al frente de la federación es el de impulsar y difundir las técnicas de gestión lean management»

Revista del Calzado: Hace más o menos un año se aprobó el Plan Estratégico 2016/2017 para el calzado. ¿Qué resultados ha dado durante este tiempo? ¿Cuál ha sido su acogida por parte de las empresas del sector?
José Monzonís: Poco a poco el plan estratégico sigue sus cauces previstos. Uno de los objetivos que me he marcado en mi presidencia al frente de la federación es el de impulsar y difundir las técnicas de gestión lean management, las cuales nos deben permitir, entre otras cosas, estandarizar mucho más los procesos productivos, algo que luego nos va a permitir introducir nuevas tecnologías en estas operaciones. En este sentido, la primera edición de los cursos lean management está teniendo una buena respuesta por parte de las empresas, ya sea en las jornadas específicas que hemos organizado en distintas zonas de España como con la celebración del primer Congreso Nacional de Calzado, organizado junto con Inescop, y que fue un éxito.
Pero el plan no solo está teniendo gran repercusión en cuanto a difusión, sino también en cuanto a implantación. Nuestra idea es tratar de sembrar en las diferentes áreas zapateras españolas empresas cuyo ejemplo de éxito pueda ser imitado por otras. En la primera edición del plan se apuntaron inicialmente 12 empresas; de estas ya hay nueve que han desarrollado su propio proyecto piloto en planta y están en su último mes de asesoramiento y acompañamiento. También conocemos empresas que, gracias a nuestra tarea de difusión, han contratado por su cuenta consultoras especializadas para la implantación de sistemas lean. Con base a este éxito, podemos asegurar que organizaremos una segunda edición el próximo año.
Otro reto tecnológico planteado por el plan estratégico es la implantación de la fábrica del futuro. No se trata solo de saber cómo va a funcionar la fabricación de calzado en los próximos años, sino lograr adaptar los grandes conceptos de la industria 4.0 a cada una de las compañías en función de su estrategia de producto, mercado y cliente. No es lo mismo fabricar un zapato sofisticado de salón de mujer que uno de confort de hombre, se requieren operaciones y tecnologías distintas. Además, hay que convertir a los mismos trabajadores de las factorías en socios colaboradores, porque sin la corresponsabilidad de los mandos intermedios y de los empleados es absolutamente imposible implantar procesos de lean management, ya que son ellos quienes aplican todos los procesos de mejora continua en las fábricas.

«Los robots no sustituyen al operario sino que trabajan junto a él. El pequeño robot ayuda al operario a desempeñar las tareas que no aportan valor añadido al calzado. Las manos expertas del trabajador artesanal son insustituibles»

Revista del Calzado.: ¿Es compatible la automatización y el empleo de las nuevas tecnologías con la fabricación artesanal como valor añadido?  
José Monzonís: En el sector calzado difícilmente las nuevas tecnologías van a sustituir a los operarios de oficio, lo que van a hacer es complementarles, facilitarles el trabajo en sus puestos e incrementar la productividad de las tareas más repetitivas y desagradables. Por ejemplo, la robótica no ha podido introducirse por completo en el sector del calzado, como sí lo ha hecho en la industria del automóvil, sino de una manera parcial gracias a la robótica colaborativa. En este caso los robots no sustituyen al operario sino que trabajan junto a él. El pequeño robot ayuda al operario a desempeñar las tareas que no aportan valor añadido al calzado. Las manos expertas del trabajador artesanal son insustituibles.

Revista del Calzado: ¿Qué nuevas tecnologías serán las más usadas por la industria del calzado en el futuro? ¿Cómo cambiará el uso de estas tecnologías la fabricación de calzado?  
José Monzonís: Desde el punto de vista de la gestión, va a haber cada vez una mayor implantación de sistemas ERP [planificación de recursos empresariales] y CRM sobre los que se van a introducir grandes algoritmos asociados al big data, sobre todo con la proliferación del cloud computing. De este modo, las pequeñas empresas tendrán acceso a una enorme cantidad de datos para analizar en tiempo real los perfiles de sus consumidores y cuáles son sus reacciones ante el lanzamiento de las colecciones. Esto es tremendamente útil para cualquier compañía porque reduce riesgos ante el lanzamiento de nuevas colecciones y, por otro lado, ayuda a planificar, agilizar y flexibilizar los propios procesos productivos.
También vamos a ver en el futuro una mayor introducción de tecnologías en el proceso operativo, que va a ayudar y a facilitar las laborales de los empleados del sector haciéndolas más productivas. Las máquinas y las personas van a estar interconectadas y van a aportar información vital en relación con el proceso de fabricación, lo que va a facilitar la supervisión Scada [supervisión, control y adqusición de datos] y el balanceo de líneas en las plantas de producción. No se pueden establecer métodos de mejora continua si no se tienen indicadores de medición, y, cuantos más indicadores de procesos se tengan, más fácil será poder comparar y saber dónde introducir mejoras en los procesos.
Y vamos además a asistir a la implantación de la interface entre esos sistemas de escala de supervisión de producción y los ERP asociados a los CRM para que el flujo de información entre pedidos y procesos de producción sea a su vez cada vez más inmediato, ágil, flexible y, por supuesto, con menos errores.
No estamos hablando de tecnologías rupturistas. Lo que vamos a ir viendo es cómo los conceptos fundamentales de la factoría del futuro 4.0 van a ir implementándose desde la producción al negocio o desde el negocio a la producción. Y va a ser un proceso natural e imparable sin lugar a dudas en los próximos años. Por eso debemos ser todos conscientes de que requerirá un esfuerzo tremendo, no solo por parte de las empresas líderes, sino también de las pequeñas empresas, que van a tener que ir subiéndose, en la medida de sus posibilidades y necesidades, a este carro tecnológico.

Revista del Calzado: Teniendo en cuenta las características del tejido empresarial del sector (pequeñas empresas familiares con un funcionamiento, en muchos casos, muy tradicional), ¿están preparadas las empresas españolas de calzado para dar el paso y adaptarse a la nueva industria 4.0?
José Monzonís: Las pequeñas empresas no deberían verse perjudicadas por este proceso de adaptación a la industria 4.0, sino que deberían ser capaces de introducir las nuevas tecnologías fácilmente. ¿Cómo no vamos a tratar de conseguir que un pequeño taller tenga los sistemas informáticos apropiados para estar conectados con sus clientes? Es importante trabajar en ello, tanto desde los institutos tecnológicos como desde la federación y asociaciones empresariales, con el fin de difundir y comunicar la importancia de estos sistemas.

«No considero que Co_Shoes no esté funcionando, sino que este es un workshop enfocado a no más allá de 50 empresas participantes»

Revista del Calzado: Por último, la última edición del «workshop» de marcas blancas Co_Shoes apenas logró convocar a una veintena de expositores. ¿Por qué cree que no termina de funcionar este tipo de eventos en España? ¿Tendrá continuidad?
José Monzonís: Queremos darle continuidad en 2017. En realidad, no considero que Co_Shoes no esté funcionando, sino que este es un workshop enfocado a no más allá de 50 empresas participantes. En las dos primeras ediciones estuvieron presentes entre 40 y 50 empresas y en la tercera del pasado mes de octubre tuvimos una disminución de 20 empresas. Probablemente partíamos de una premisa errónea, y es que cuando a una empresa le va bien, repite. Y nos hemos dado cuenta de que no es así. En la anterior convocatoria de Co_Shoes, centramos nuestro esfuerzo comercializador en las empresas que les había ido bien en las pasadas dos ediciones y que en sus encuestas de satisfacción nos sugerían que iban a volver. Pero hemos entendido tarde que muchas de las empresas que participan en Co_Shoes tienen la misma visión que la gran mayoría de pequeñas empresas españolas, y es que no quieren crecer. Cuando una empresa no tiene entre sus objetivos inmediatos su crecimiento y tiene una cartera de pedidos razonable para uno o dos años vista, no regresa a este workshop. Existe un gran factor de rotación entre las empresas interesadas en acudir a Co_Shoes.

«Si el consumo privado de calzado en 2016 nos diera una sorpresa positiva, y los ciclos climatológicos acompañaran, probablemente podremos decir que 2017 será el año de la consolidación total de Momad Shoes»

Revista del Calzado: ¿Considera que Momad Shoes es un certamen consolidado ya como feria independiente  y exclusiva de calzado?
José Monzonís: Desde 2014, Momad Shoes ha crecido muchísimo, en consonancia con el consumo nacional. De cara a las próximas ediciones, habrá que ver qué sucederá con los datos de consumo privado en 2016 y 2017, ya que existe el riesgo de que se ralentice a consecuencia de la inflación, y ello afecte al crecimiento del PIB. Si el consumo privado de calzado en 2016 nos diera una sorpresa positiva, y los ciclos climatológicos acompañaran, probablemente podremos decir que 2017 será el año de la consolidación total de Momad Shoes. Sinceramente, no creo que se pueda crecer mucho más en cuanto a número de expositores nacionales tras el fuerte crecimiento acumulado en estas últimas ediciones. Aunque todavía hay algunas grandes compañías españolas que se resisten a participar, donde puede haber más recorrido es en el aumento del número de metros cuadrados contratados en la feria. Esto no significa que renunciemos a volver a atraer a esas grandes marcas españolas, que yo creo que cada vez están viendo con mayor interés Momad Shoes. Ellas toman la decisión de participación en función de sus estrategias de mercado, y considero que el reforzamiento del mercado interno las puede animar a participar de nuevo.
No obstante, en un segundo paso más a largo plazo, el objetivo de Momad Shoes debe ser el de abrirse a la participación de expositores y compradores internacionales. Creo que hay internacionalizar, con prudencia, la feria en los próximos años.

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Categoría: Entrevistas

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