Editorial: Zapatos verdes

Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sector del calzado en la actualidad es la necesidad de incorporar materias primas sostenibles y respetuosas con el medioambiente en la confección de los zapatos. Para ello, en los últimos años, la industria se ha centrado en la investigación de materiales menos agresivos con el entorno natural, entre los que podemos encontrar productos confeccionados desde con algas y setas, pasando por uvas, piñas o manzanas, o, incluso, leche y sangre. La industria del calzado trabaja de manera incansable por encontrar elementos naturales que puedan sustituir las pieles de origen animal o derivados del petróleo.

Sin embargo, aunque todos estos biomateriales llevan años investigándose y cuentan tras de sí con importantes inversiones por parte de las grandes marcas, parece que no terminan de implantarse de manera generalizada y que no llegan al consumidor final. Todos estos proyectos basados en fuentes naturales para la confección de zapatos se encuentran con graves dificultades a la hora de escalar sus prototipos de manera industrial. Las colecciones de este tipo, en muchas ocasiones, son pequeñas y con escasa difusión y presencia en los escaparates de las zapaterías. La dificultad para tratar las materias primas y su costosa elaboración suelen impedir que estos zapatos entren en una cadena de producción más amplia y masiva.

Aparte de las complicaciones propias de la producción industrial de este tipo de materiales, existen otros condicionantes que retrasan su implantación generalizada en la industria del calzado, como son sus características intrínsecas. En este sentido, en 2018 el instituto de investigación independiente de piel y materiales sintéticos Research Institute for Leather and Synthetic Materials (FILK) en Freiberg (Alemania) presentó el estudio Alternativas de tendencia para la piel. En él, examinaba las propiedades técnicas de algunos de los materiales alternativos al cuero más populares (cactus, seta, piña, eucalipto, piel de manzana, residuo de uva, papel, hojas de teca, etcétera). La conclusión de este informe fue inequívoco: ninguno de los sustitutos analizados exhibía todas las características intrínsecas de la piel. «Aunque es cierto que las materias primas sustitutivas han logrado igualar alguna de las propiedades del cuero, ningún material analizado ha logrado igualar o superar todas las características alcanzadas», afirma el estudio. Los expertos del FILK analizaron las características típicas de la piel, como la resistencia al agrietamiento, la resistencia al desgarro, la permeabilidad al vapor de agua y la absorción de vapor de agua.

El futuro pasa por la protección de nuestro entorno natural, y esta sí que es la verdadera tendencia dominante en la actualidad en la industria del calzado en todo el mundo. Los zapatos del día de mañana, de cualquier material, serán verdes o no serán

Que hoy por hoy, la piel animal, que recordemos que no es más que un subproducto de la industria cárnica, no compita con un sustituto que iguale todas sus propiedades técnicas no significa que la tendencia unívoca en cuanto a la investigación de nuevos materiales naturales no vaya a continuar ni que, en un futuro no muy lejano, se descubra una alternativa más barata, resistente y sostenible que el cuero. Ello tampoco implica que en unos años no se profundice en la investigación de curtientes vegetales más inocuos con el medioambiente y procedimientos curtidores que minimicen el gasto de agua, por ejemplo. Triunfen o no los innovadores biomateriales que se presentan cada poco en el mercado o continúe el cuero como material predilecto para la confección de zapatos, lo que sí es claro es la inercia hacia una producción de calzado cada vez menos lesiva con el medioambiente. El futuro pasa por la protección de nuestro entorno natural, y esta sí que es la verdadera tendencia dominante en la actualidad en la industria del calzado en todo el mundo. Los zapatos del día de mañana, de cualquier material, serán verdes o no serán.

Descargar editorial de Revista del Calzado, nº242:
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