La moda da la espalda a Rusia

Inditex ha anunciado el cierre de sus 502 tiendas que tiene en Rusia y, además, ha detenido las ventas online al país. El grupo de moda español ha sido uno de los últimos en unirse al veto al mercado ruso tras la invasión a Ucrania. Asimismo, la devaluación del rublo ha supuesto una barrera insalvable para muchos grupos de moda que no pueden continuar con sus negocios en el país. Ya sea por convicciones políticas o por problemas logísticos, hoy por hoy la mayoría de marcas ha dejado de operar en Rusia. Nike, Under Armour, H&M, Puma, JD Group, Asos, John Lewis, Kurt Geiger o Mango han optado por suspender temporalmente sus entregas.

Las compañías de moda que han decidido mantener su negocio en el mercado ruso han visto cómo no pueden procesar los pedidos digitales porque las principales empresas de entrega han decidido detener los envíos dentro y fuera del país. Entre ellos se encuentran el gigante logístico alemán DHL, la empresa de transporte estadounidense FedEx y la holandesa TNT.

Algunas empresas, sobre todo las firmas de artículos de lujo, se enfrentan a un fuerte dilema. Por un lado, mantener el comercio y sus tiendas abiertas genera un fuerte prejuicio reputacional en el consumidor occidental; sin embargo, hay un gran peligro de perder para siempre al comprador ruso, que representa un 5 por ciento del mercado mundial del lujo, si la guerra continúa mucho tiempo. Las empresas que han decidido marcharse se enfrentan a grandes pérdidas. Por ejemplo, H&M, una de las primeras compañías que anunció su retirada del país, tiene una cuota del 2,3 por ciento del mercado ruso y sus ventas allí alcanzan los 665 millones de euros. Por su parte, Zara ha renunciado al 2 por ciento del mercado ruso. En total, el grupo Inditex genera en Rusia un negocio de alrededor de 1.600 millones de euros.

Tras esta desbandada, quedan pocas marcas y distribuidores de moda en el país. Los grandes operadores locales como Gloria Jean o Sportsmaster se mantienen. También sigue el grupo japonés Fast Retailing, conocida por su cadena de tiendas Uniqlo. «El conflicto no debería privar a la gente de Rusia de ropa, una necesidad básica», explicó Tadashi Yanai, presidente de Fast Retailing. Asimismo, el grupo chino Shein también ha decidido quedarse.