El gobierno abre la posibilidad de incluir el calzado entre los beneficiarios de las ayudas públicas

Se abre una vía de esperanza para que el calzado español pueda optar finalmente a las ayudas para la solvencia empresarial en respuesta a la pandemia de la covid-19. Después de que se publicara el Real Decreto-ley 5/2021, que indicaba qué sectores podrán beneficiarse de los 7.000 millones en ayudas directas a autónomos y empresas, y se comprobará que la industria de calzado y otras anexas quedaban excluidas, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha abierto la posibilidad de incorporar nuevos sectores de actividad al ámbito de protección.

Calviño ha asegurado que se está trabajando en una modificación del Real Decreto-ley 5/2021, para facilitar que las comunidades autónomas puedan ampliar el número de CNAE beneficiarios de la convocatoria (hasta ahora solo son 93), incluyendo a los sectores afectados específicamente en la región por alguna circunstancia ajena a la covid-19. «Siempre nos hemos mostrado abiertos a responder a las especificidades. De hecho, esta misma semana la ministra de Hacienda va a enviar a las comunidades autónomas el proyecto de convenio, que le va a dar la oportunidad de establecer como beneficiarios a otros sectores que se hayan visto particularmente afectados en su ámbito», ha explicado la ministra.

Reunión de los alcaldes
El anuncio de la ministra de Economía se produjo al mismo tiempo que se reunían representantes de 17 de los principales municipios productores de zapatos en España: Elche, Elda, Petrer, Villena, Aspe, Monóvar, El Pinós, Vall d’Uixó, Almansa, Fuensalida, Caravaca de la Cruz, Inca, Ciutadella, Alaior, Ferreries, Es Migjorn Gran y Arnedo. Durante el encuentro, los alcaldes analizaron las palabras de Calviño según las cuales cada comunidad autónoma podrá incluir en el decreto de las ayudas a sus sectores económicos afectados que se hayan podido quedar fuera.

Para el alcalde de Elche, Carlos González, uno de los representantes que acudió a la reunión, «todos los presentes lo hemos visto como una posibilidad para resolver uno de los principales problemas que en estos momentos amenaza a la industria del calzado».

ENTREVISTA
Para conocer un poco mejor las razones de la exclusión del calzado de las ayudas públicas y saber cómo afecta a este sector, hablamos con Miriam Arrechea, adjunta a dirección de la Federación de Industrias del Calzado español (FICE).

Revista del  Calzado: ¿Por qué cree que la fabricación de calzado y de gran parte de la su industria auxiliar ha sido excluida de las ayudas gubernamentales para fortalecer la solvencia de las empresas afectadas por la crisis de la covid-19?

Miriam Arrechea: Desde FICE entendemos que el calzado debería estar dentro de la consideración de «los sectores más afectados» a los que hace referencia el Real Decreto-ley 5/2021. Consideramos que tanto la fabricación de calzado como la industria auxiliar han padecido enormemente las consecuencias de los confinamientos y de la contención del consumo de los hogares empezando por productos como la moda. Esto afecta directamente a la fabricación de calzado ya que el comercio minorista ha reducido sus pedidos para dar prioridad de salida al stock. Así lo reflejan los datos: la producción de calzado es la industria que más ha caído en facturación en 2020, registrando una contracción del 28,7 por ciento en el Índice de Productos Industriales.

Desde FICE hemos podido saber que uno de los criterios determinantes que el gobierno ha seguido para trazar la línea entre los sectores que pueden ser beneficiarios de esta medida y los que no ha sido el número de ERTE activos en el sector. Desde FICE creemos que no se ha tenido en cuenta un contrato clave para el sector desde hace años, el fijo-discontinuo; se debería tener en cuenta también el número de jornadas trabajadas bajo este tipo de contrato y compararlas con años anteriores. Por esta casuística, en este sector los ERTE han sido minoritarios y por tanto ha consumido muchos menos recursos públicos, de forma que las consecuencias de la crisis han ido a las espaldas de los trabajadores y pequeños empresarios que han puesto en riesgo sus ahorros y solvencia.

Creemos que esta particularidad se debe tener en cuenta y, por los motivos expuestos, se debe revertir esta situación. Además, acceder a estas medidas de solvencia daría un impulso a la recuperación que ya están teniendo las empresas de calzado.

Revista del  Calzado: ¿Cómo se explica que otros sectores tan relacionados como el del comercio del calzado sí puedan beneficiarse, pero no la fabricación o la distribución mayorista?

Miriam Arrechea: Somos sectores estrechamente relacionados pero cada uno tiene sus particularidades. En el caso del comercio han utilizado ampliamente los ERTE y la apertura paulatina e irregular del comercio ha hecho que la salida de los ERTE también haya sido más lenta en su caso. Por otro lado, si los mayoristas de pieles y cueros se han visto afectados es porque los fabricantes de calzado han tenido que disminuir sus pedidos como consecuencia de la situación de las tiendas. Para las empresas de calzado no tiene sentido que estos dos sectores sí puedan acceder a esta línea de ayudas, pero los fabricantes de calzado y los distribuidores, que se encuentran en medio de la cadena, no puedan acceder. Creemos que se debe a que no se han tenido en cuenta las particularidades laborales que comentábamos y confiamos en que se corrija.

Revista del  Calzado: ¿Cuáles son las reivindicaciones de las patronales afectadas?

Miriam Arrechea: Desde FICE y las organizaciones empresariales que componen la federación no hemos dejado de solicitar que se revierta esta situación y que se posibilite a la industria y distribuidores de calzado el acceso a esta línea de medidas de apoyo a la solvencia.

«Las empresas de la industria de calzado tienen un efecto vertebrador y dinamizador del tejido productivo de las zonas donde se encuentran, y el sector del calzado y el cuero da empleo a más de 36.000 personas.»

Revista del  Calzado: ¿Por qué consideran que las empresas de calzado deberían poder optar a las ayudas?

Miriam Arrechea: Por un lado, las empresas de la industria de calzado tienen un efecto vertebrador y dinamizador del tejido productivo de las zonas donde se encuentran, y el sector del calzado y el cuero da empleo a más de 36.000 personas. Por otro lado, es uno de los sectores que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia, así lo refleja la caída de la producción industrial del 28,6 por ciento en 2020. No obstante, gracias a la resiliencia del sector y a los avances en la vacunación, la situación ha empezado a revertirse. Acceder a estas medidas de solvencia pueden suponer un impulso muy importante para la recuperación.

Revista del  Calzado: ¿Cómo puede llegar a afectar esta decisión al sector del calzado?

Miriam Arrechea: Como comentábamos, acceder a estas medidas de solvencia sería un apoyo para las empresas del calzado independientemente de en qué punto de su recuperación se encuentren y a qué velocidad estén avanzando.

Revista del  Calzado: ¿Existe alguna posibilidad de rectificación por parte del gobierno para que finalmente se incluya la fabricación de calzado dentro del grupo de los sectores beneficiados por las ayudas?

Miriam Arrechea: Sí, el Real Decreto-Ley 5/2021 de medidas de solvencia se va a tramitar como un proceso ley en el Congreso de los Diputados, entonces se podrán incluir enmiendas al texto e incluir a otros sectores como el calzado. Por otro lado, también es relevante que las comunidades autónomas van a poder incorporar aquellos sectores que consideren relevantes para que accedan a la partida de ayudas que van a gestionar desde las comunidades autónomas.

Revista del  Calzado: ¿Qué acciones están tomando desde FICE para revertir la decisión del gobierno? ¿Qué apoyos han recabado?

Miriam Arrechea: Desde FICE nos hemos dirigido a la ministra de Economía, Nadia Calviño, y a la ministra de Industria, Reyes Maroto. Además, estamos en contacto con representantes de las administraciones públicas desde el ámbito local al europeo y hemos recibido apoyos desde todos los niveles como el de los ayuntamientos de las principales localidades zapateras, gobiernos autonómicos y también estamos en conversación con representantes de los sindicatos.

«Las empresas de calzado ya han comenzado la recuperación y lo que pedimos al gobierno y a nuestros interlocutores políticos es que abran camino a través de acuerdos comerciales, como con la entrada en vigor provisional del de Mercosur, y levantando barreras comerciales.»

Revista del  Calzado: Desde FICE, ¿qué otras medidas se reclaman al gobierno para potenciar la recuperación del sector del calzado en España?

Miriam Arrechea: Las empresas de calzado ya han comenzado la recuperación y lo que pedimos al gobierno y a nuestros interlocutores políticos es que abran camino a través de acuerdos comerciales, como con la entrada en vigor provisional del de Mercosur, y levantando barreras comerciales, como la propuesta de imponer nuevos aranceles al calzado de Estados Unidos o los laberínticos procesos de certificación de Arabia Saudí.

Revista del  Calzado: El del calzado es uno de los sectores industriales más duramente afectados por la crisis sanitaria en términos de empleo, producción, exportación, etc. ¿Por qué? ¿Cómo se explica que al sector del calzado le está costando tanto recuperar su actividad normalizada?

Miriam Arrechea: Así como el sector del calzado es punta de lanza en la apertura de nuevos mercados, el comercio online, innovación en diseños y materiales, también está en la primera línea en momentos de incertidumbre. En el caso concreto de la crisis sanitaria, la primera medida, a nivel nacional e internacional, fue la de la limitación a la movilidad y al comercio, que luego han tenido una reapertura muy irregular y paulatina. Por otro lado, también hemos visto una contención en el consumo de los hogares. La buena noticia es que conforme avanzan las vacunaciones en todo el mundo, también estamos recibiendo una inyección de confianza lo queya empieza a notarse en el aumento de pedidos.

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